El 24 de julio se había anunciado la ejecución de una segunda etapa de Villa Prosperidad, uno de los barrios cercanos al centro con menor cantidad de infraestructura, sin embargo no se había especificado el alcance, solo se mencionaba que consistía en «3 cuadras». En esta nota había hecho un análisis de cuáles podrían ser esos 3 bloques beneficiados.
El 20 de agosto recorrí la zona y encontré las 3 cuadras a un ritmo bastante avanzado, en la que era una de las alternativas que había evaluado como posible: extender la calle Sargento Cabral hasta Vázquez y unir el pavimento de Lestani y Cabral con la avenida Laprida mediante la mencionada calle Ramón Vázquez. En total son 375 metros o 3 cuadras. A continuación un mapa de la obra en rojo y verde otros tramos habilitados este año:
Como se puede apreciar esta nueva malla cierra un circuito que incluye a la cuadra de Juan Lestani a su paso por la UEP Francisco Lamarca, que había quedado casi aislada, solo vinculándose con el pavimento de Nicolás Rojas Acosta. El pavimento de Ramón Vázquez (con sentido de circulación ascendente) permitirá que Juan Lestani tenga sentido único hacia el centro, generándose un flujo de tránsito más ordenado al momento de la salida de los alumnos. Amén de eso no se aprecia otro valor estratégico en estas 3 cuadras, quedando nuevamente relegadas otras calles donde circula el transporte público o de conexión troncal en la zona como lo son la avenida Rojas Acosta, la calle León Zorrilla o la calle Lonardi.
Avenida Édison entre Cocomarola y Arribálzaga
Tras recorrer la obra de Édison entre Urquiza y Cocomarola, Capitanich indicó que se espera para la primer semana de septiembre la inauguración de esta obra trascendental. Pero además informó que a continuación se proseguirá con el pavimento hasta la avenida Arribálzaga, popularmente conocida como "calle 25" y una de las avenidas más transitadas que aun siguen siendo de tierra.
Creo que la avenida Édison es la gran obra de Capitanich, ya que hay que sumar el tramo inaugurado en 2016 desde Chaco a Urquiza. La Édison corre como un gran eje troncal a mitad de camino entre Castelli y Soberanía Nacional, con un tránsito incesante de vehículos, motocicletas y transporte público. Solo el mantenimiento con ripio debe implicar un ahorro millonario en el presupuesto municipal. Si hoy —con el tramo entre Édison y Cocomarola todavía en ejecución— me paro en la esquina de Édison y Arribálzaga, debo hacer 1 kilómetro para encontrar el pavimento más cercano, sea en Urquiza, en Soberanía o en la avenida Castelli; finalizados los trabajos habrá que ir hasta Édison y Facón Grande (calle 29) para encontrarse a una distancia superior a los 500 metros. La Édison no termina allí, sigue con su tránsito intenso hasta la avenida España, límite con Barranqueras, e incluso en Barranqueras avanza dos kilómetros más para recién ahí morir en Gaboto. Una política de Estado consistente tomaría la pavimentación de todo el trayecto como una altísima prioridad, que bien podría haber sido hecha con aportes provinciales que beneficiarían a 2 municipios en lugar de destinarlos a intrascedentes cuadras cerca del centro.
Si se hubiera puesto el mismo énfasis en pavimentar otras avenidas o calles troncales esta gestión hubiera pasado definitivamente a la historia, pero entre las 600 cuadras que se concretarán en estos 4 años, solamente 85 corresponden a avenidas (Italia, Édison, Chaco, Los Hacheros, Rosas, Doctor Ramírez, Vélez Sársfield y Lavalle) y otras 80 a calles troncales; es decir, más del 70% corresponden a obras menores, exactamente al revés de lo que debería ser.
Como punto también a resaltar está una obra que a decir de varios es la verdadera impulsora de este pavimento: el auditorio Portal del Cielo de la Iglesia Cristiana Internacional (popularmente conocida como la del "Pastor Ledesma"). Con capacidad para 18 mil espectadores es una obra colosal, que demuestra la capacidad de convocatoria y penetración de iglesias evangélicas, sobre todo si consideramos que esta es una —la más exitosa probablemente— de tantas que pueban la periferia urbana. Capitanich participó y hasta habló en el mega evento Invasión del Amor de Dios de la misma Iglesia. El movimiento que generan las reuniones dominicales desatan un pequeño caos vehicular y no suena descabellado creer que Capitanich negoció la obra de infraestructura a cambio de algún apoyo para su proyecto político.