El 15 de septiembre de 2019 se inauguraron 1140 metros o 9 cuadras de asfalto en Villa Río Negro, correspondientes a las calles:
- Basail entre Fortín Wilde y Calle 5: 260 metros o 2 cuadras en dos calzadas
- La Sabana entre calle 4 y calle 5: 55 metros o 0,5 cuadras
- Calle 5 entre Sabín y La Sabana: 240 metros o 2 cuadras
- Calle 4 entre Sabín y La Sabana: 240 metros o 2 cuadras
- Calle 3 entre ambas calzadas de Basail: 30 metros o 1/4 de cuadra
- Calle 2 entre ambas calzadas de Basail: 30 metros o 1/4 de cuadra
- Calle 1 entre ambas calzadas de Basail: 30 metros o 1/4 de cuadra
Cabe aclarar que los nombres son los tomados del plano oficial publicado en la web del Municipio, las calles del barrio al no tener su situación dominial regularizada están en un limbo en cuanto a nombres de calles respecta.
El asfalto en las calzadas de La Sabana es de un ancho de 3 metros, apenas suficiente para que transite un vehículo y sin lugar para estacionar. En las otras vías en cambio sí pueden circular con cierta dificultad dos vehículos a la par.
Según el intendente los 1100 metros corresponden a 11 cuadras, cuando una cuadra estándar tiene 125 metros, por lo que estamos hablando de 9 cuadras equivalentes. Esta es una de las pocas veces en que se resolvió hablar de metros lineales, si hubieran tomado el criterio de considerar cuadra a cualquier tramo entre dos calles sin importar su longitud hubieran llegado fácilmente a 14. Y encierra también una trampa si se quiere al considerar ambas calzadas de la calle Basail como calles separadas, cuando si sumamos el ancho de ambas no alcanzan los 5 metros contra 7,25 de ancho de una calle normal. Es decir que técnicamente podríamos estar hablando de 790 metros o 6,5 cuadras.
En el anuncio de la obra se informaban 4400 m², superficie que equivale a 4,5 cuadras estándar.
Trazado
Las calles internas del barrio no presentan ninguna jerarquía visible, no hay transporte público (la línea 9 pasa solo por avenida Sabín) e incluso la calle central que bien podría haber sido una avenida se presenta como calzadas angostas casi de paseo; no hay señalización que indique sentido de circulación en ninguna de las calles por las que se sigue transitando en ambos sentidos. De hecho algunos tramos antes de esta obra parecían veredas más que calles. En ese contexto el Municipio priorizó acceder a los centros sociales del barrio: la escuela y el Centro Comunitario. Acertada decisión, más cuando en los últimos años se propiciaron accesos pavimentados a instituciones educativas católicas (casos del Instituto San José y la UEP Emilio Lamarca) olvidando las públicas. Las calles 4 y 5 tienen además semáforos para entrar desde y salir hacia Sabín respectivamente.
Por otra parte Villa Río Negro es una urbanización construida a fines de los '70, desde el punto de la densidad poblacional tiene un retorno alto por la cantidad de gente viviendo en terrenos muy pequeños. Sus casas aun sin situación dominial clara no pagan impuestos municipales, por lo que esta infraestructura no puede ser cobrado a los vecinos ni siquiera con una revaluación de los terrenos.
Creo que es claro el sentido de la obra: sumar cuadras pavimentadas a un costo bajo y beneficiar a un barrio más antes de las elecciones. No cabe duda que hay otros sectores cercanos donde unas cuadras de hormigón hubiesen sido estratégicamente mucho más importantes como la avenida Martina donde hay una variante del recorrido de la línea 9A y que se perfila como otro eje de poblamiento. Lo mismo podría decirse del acceso a Villa La Isla.
Asfalto
La superficie no es el concreto al que estamos habituado sino asfalto. Sin embargo a diferencia de lo hecho sobre la avenida 9 de Julio donde el asfalto se coloca sobre hormigón, se ha optado por echar una capa de asfalto directamente sobre la tierra que no tuvo otra preparación que la pasada de la máquina para emparejar y el ripio que se acumuló con los años; además no hay cordón cuneta, permaneciendo los desagües a cielo abierto. Capitanich reconoció que es un nuevo esquema a probar en barrios donde no existe circulación de tránsito pesado, lo cual es muy cierto ya que el propio ancho de las calles haría muy riesgoso entrar allí con grandes vehículos.
No creo que sea una técnica novedosa, de hecho hay varios barrios donde lo he visto, y siempre con muy malos resultados en el largo plazo: acceso al barrio Golf Club por calle Román entre Paraguay y Saavedra, viejo acceso al barrio Jorge Newbery que fuera renovado por Capitanich al iniciar su gestión (puede verse todavía el asfalto original en estado calamitoso en la calle Brigadier Parodi), la calle Carlos Hardy pasando Urquiza y la calle Guerrero antes de su reconstrucción (donde justamente se colocó una capa de hormigón como base del asfalto).
Es muy difícil que con la dilatación de nuestro suelo y nuestros calores la capa de asfalto no se agriete o salten bodoques que lentamente van convirtiéndolo en campo minado, hasta prácticamente desaparecer bajo el polvo. Salvo que haya alguna característica peculiar en el barrio esta obra está destinada a ser olvidada en pocos años.
Estadística
La chacra 111 —delimitada por Guerrero, Falcón, Martina, Ávalos, río Negro, Pasaje La Sabana, Fortín Lapacho, La Sabana, Fortín Chilcas, Sabín y Fortín Expedición— tiene un total de 21,2 km de calles, de los cuales 3,8 km o un 18% están hormigonados. Esto la sitúa como la undécima chacra en cuanto a cantidad relativa de pavimento de las ubicadas a 3 km del casco céntrico.
[table id=32 /]
Desde el inicio de las gestiones de Peppo y Capitanich esta ha sido la primera obra sobre la chacra 111, de hecho es la primer obra desde el ensanchamiento de la avenida Sabín durante la Gobernación de Rozas. Se ubica así 26ª en el ránking general obras de pavimento realizadas en el Gran Resistencia en los últimos 4 años.
[table id=33 /]