En los años 1870, antes de que el Gobierno Nacional ejecutara su política de poblamiento que llevó a la fundación de Resistencia, los pueblos originarios tenían a mal traer a una pequeña comunidad criolla que osó instalarse en la orilla contraria de Corrientes. Varios malones de distinta intensidad se sucedieron sobre el caserío, y la tenaz defensa contra estos ataques conmovió a los responsables de elegir el mejor sitio para una nueva colonia al punto que decidieron nombrar Resistencia al futuro asentamiento. Bravos pobladores en una tierra indómita con habitantes belicosos, muy apropiado para dotar de épica a la historia de una ciudad. ¿Y si no fue así? Los malones existieron ¿pero se enteraron los porteños enviados a impulsar el poblamiento blanco de la zona, o los consideraron apenas escaramuzas? Seferino Geraldi, reconocido historiador local sostuvo con documentos que los malones no influyeron en el nombre, en otras palabras que hemos sido víctimas de un «relato» del siglo XIX.
Un error común es creer que Resistencia se fundó sobre la nada, estoicos italianos que llegaron a un páramo despoblado a trabajar la tierra. Al contrario, su estratégica ubicación frente a Corrientes fue desde siempre un atractivo para quienes vieron en los montes chaqueños una oportunidad de comercio, y hay pruebas de que el paraje San Fernando (como se lo conocía entonces) se encontraba ya poblado desde 1850 por obrajes madereros correntinos, que fueron incrementándose con el tiempo. Terminada la Guerra del Paraguay el Gobierno Nacional se preocupó por poblar sus territorios, entre ellos el actual Chaco, casi desprovisto de población “blanca”. Una Comisión Exploradora en 1875 recorrió la costa del Paraná y recomendó la fundación de 4 colonias frente a poblados correntinos como bastiones para iniciar la colonización, uno de ellos por supuesto debía ser frente a la Ciudad de Corrientes. Esta Comisión conoció el asentamiento San Fernando, y quedó maravillada de su prosperidad, al punto que prefirieron recomendar San Fernando como lugar de poblamiento antes que las tierras cercanas a la actual Colonia Benítez, más altas y por tanto más adecuadas para el asentamiento humano, así que cuando despotricás porque el centro se inunda ya sabés que tu enojo además de hacia la clase dirigente debería ir hacia estos señores allá por 1875.
Según Geraldi la correspondencia oficial ya utilizaba el topónimo Resistencia antes de que se conozcan los malones a los que los pobladores de San Fernando opusieron resistencia y que históricamente se consideraron el origen del nombre. Maeder en su libro Historia del Chaco considera que Geraldi ha demostrado “sin lugar a dudas” esta suposición. Si Resistencia no tiene que ver con estos malones, entonces ¿por qué a alguien se le ocurrió llamarla así? Parecería que no es ni más ni menos que un nombre épico, en línea con el nombre de Reconquista que se le impuso a la colonia frente a Goya.
Pero así como Geraldi contradijo a los historiadores previos, el historiador Marcos Altamirano publicó en 2006 un libro donde contradijo a Geraldi, mediante la inclusión de nueva documentación disponible respecto a la época del Paraje San Fernando. En la misma sostiene que “otros autores” (palazo para Geraldi y Maeder) desconocían la existencia de ataques anteriores a la visita de la Comisión Exploradora. Siempre según Altamirano el 10 de junio de 1875, 4 meses antes de que Seelstrang visitara la costa chaqueña frente a Corrientes, una coalición de mil aborígenes atacó los obrajes al Sur de San Fernando; 15 hombres de la Guardia Provincial de Corrientes, obrajeros y peones demoraron una hora en repeler el ataque, del cual ya habían sido advertidos. Los días 11 y 12 se sucedieron ataques más violentos, que fueron contenidos en la empalizada del Coronel Ávalos, sí, el mismo que da nombre una de las avenidas de anchas plazoletas que bordea el casco céntrico (y donde actualmente nos defendemos pero del calor en las noches de verano con una fresca cervecita ¿no?).
Situémonos en contexto de lo que pudo haber sentido al respecto un coetáneo de Sarmiento: en el lejano Chaco los malvados indios pretendían destruir la civilización. Los diarios se hicieron eco de los eventos, y a solo 4 meses de tal suceso, Seelstrang y Folster seguramente recibieron de sus propios protagonistas la versión de los hechos. Es falso por tanto que la Comisión Exploradora haya pasado por alto los malones para bautizar al Paraje San Fernando como Resistencia. Tanto remar para morir en la orilla diría mi suegra.
El nombre San Fernando no se perdería de inmediato, la Jefatura Política del Chaco que existió entre 1875 y 1876 tenía sede en San Fernando, lo mismo que una guarnición militar. El 29 de enero de 1878 llegaron los colonos italianos, y junto a los criollos (en su mayoría correntinos) que habitaban el paraje dieron nacimiento ahora sí a Resistencia. La colonia agrícola cambió la resistencia a los malones que ya prácticamente habían desaparecido por la resistencia a los mosquitos y las tórridas jornadas de verano.
Fuentes:
- Historia del Chaco, Ernesto J. A. Maeder, 1996, pp.123-130
- La colonización de Resistencia, Marcos A. Altamirano, 2006, pp.26-30