En julio de 2023 se inauguraron 375 metros o 3 cuadras de pavimento de las calles Santa Fe y Crisanto Domínguez en cercanías del barrio Toba de Resistencia. El detalle preciso es el siguiente:
- Santa Fe entre Pasaje Alberto Torres y Avenida Rosas: 325 metros o 2.5 cuadras
- Crisanto Domínguez entre Santa Fe y Cacique Vahenolec: 50 metros o 0.5 cuadra
El objetivo es bastante claro y a mi juicio se debió hacer mucho antes que el hormigonado de otras calles internas y varios pasajes ciegos de la zona: vincular el barrio Toba con la ruta 11. Ya estaban vinculados por la calle Vahenolec, pero esta es angosta y hasta no hace mucho tenía unos molestos canteros que desalentaban el uso del vehículo en ella. La calle Santa Fe en cambio con su configuración abierta permite efectivamente el paso por el barrio sin la sensación de estar adentrándose en un pasaje sin salida.
En la nota de prensa se refirió a la obra como la concreción de la totalidad del pavimento en el barrio Toba. Hace unos años, cuando la Municipalidad tenía publicado un un mapa oficial de la ciudad con los barrios en su web, la calle Santa Fe estaba en Villa Ghio, y al barrio Toba le resta todavía un tramo de 90 metros de la calle Pasaje Cruz Roja entre Andreani y Juan XXIII. Tampoco me queda claro si consideran al barrio Toba todo lo que está entre Santa Fe y 25 de Mayo, ya que allí serían todavía más calles las que faltan pavimentar. Casi como anécdota va una imagen de una licitación de 2017 que nunca prosperó donde se pavimentaba realmente toda la zona incluida la extensión de Avenida Rosas.
El gobernador inauguró "5 cuadras de pavimento", para lo cual tendríamos que considerar como cuadras completas a tramos de 65 o 50 metros. Mi cálculo consiste en dividir la longitud total por 125 metros que es lo que miden las cuadras en el casco céntrico, y son por tanto lo que entendemos como cuadra de forma estándar en Resistencia.
El barrio Toba se formó sobre las viejas vías del ferrocarril Santa Fe y un aspecto de ghetto en lo que quiero creer no fue una forma de encapsular a la comunidad qom en un barrio para que no se comunique con el resto. Por los mencionados canteros no se podía acceder en auto, el contexto de marginalidad tornaba poco razonable adentrarse en el lugar con fines únicamente de conocerlo. En el primer mandato de Capitanich se le adosó una nueva urbanización con manzanas regulares y calles abiertas, las cuales se fueron pavimentando con el correr de la década. Estas sí pueden recorrerse aunque queda una curva y contracurva entre Santa Fe y Rosas que sigue generando cierto agobio. Una vez que se pavimentaron Marcelo T. de Alvear, Santa Fe y Rosas hasta el cruce de estas últimas resultaba natural conectarlas con el pavimento de Santa Fe que servía de acceso al playón de la constructora Novelli, ese callejón pavimentado que a más de uno le habrá llamado la atención salir de RN11 al menos desde los 80 que es cuando tengo memoria.
Es evidente que Capitanich tuvo desde su inicio un especial interés por el barrio Toba. Además de agrandarlo, eliminó asentamientos irregulares, reformó sus calles y hasta sus casas, obras que considero todas sumamente necesarias. Lo que me pareció un gasto innecesario es hormigonar tantas cuadras del barrio, o al menos no con la infraestructura que se usa para calles de circulación. Si uno lo recorre verá que está lleno de gente sentada en la misma calzada, sean familias enteras, niños, o grupos de jóvenes. Esto nos indica que no le dan mayor relevancia al pavimento, ni siquiera en las calles que efectivamente son de paso como Santa Fe o Marcelo T., en ambas debe circularse a menos de 20 km/h si uno pretende evitar de modo razonable accidentes. En los pasajes perpendiculares y sobre todo en los tramos ciegos un adoquinado del tipo paseo hubiese resultado mucho más adecuado, permitiendo sortear los problemas que generan las lluvias en calles de tierra. No tengo dudas de que concretar esta calle Santa Fe —los 50 metros de Crisanto son casi irrelevantes pero tampoco su longitud amerita demasiado análisis— era mucho más importante que dichos pasajes, y si vamos un poco más lejos ese mismo costo volcado en la apertura de Rosas desde 25 de Mayo se hubiese aprovechado mucho mejor; más si pensamos en que serviría también para los barrios ubicados al norte de la laguna de Villa Luisa. Tarde pero seguro, la pavimentación de Santa Fe lleva consigo la errática gestión de prioridades que fue la administración de Capitanich en sus casi 16 años como gobernador e intendente.