Terminando enero nos encontramos con la promesa de varias licitaciones, ya habíamos publicado las obras anunciadas en la primer quincena del mes en el Gran Toba, chacra 126 y Sargento Cabral. Esta segunda quincena la intendencia prometió dos obras muy menores en López y Planes y el barrio Santo Domingo, y una trascendente como es la prolongación de 4 cuadras de avenida Édison.
Febrero nos dará seguramente varias inauguraciones ya que están terminados los trabajos en SUPE-UOM Etapa 2 y 3 y en Villa Elisa. Llaponagat etapa 3 está concluyendo y actualmente trabajan en la calle Alem que es la única que falta. La obra de Lavalle y Andreani está lista en Lavalle a excepción de las bocacalles, incluso se puede circular normalmente por ella, mientras que en Andreani está bastante avanzada. Por su parte, Villa Mitre tiene todo concluido a excepción de Viuda de Ross donde avanzan a paso firme tras haber finalizado importantes tareas de desagüe y la apertura de la calle Don Bosco entre Zapico y Viuda de Ross, y tampoco hay hormigón en la esquina de Brown y Portela; resta saber si la demorada apertura de calle Brown y su pavimentación entre Portela y Brown quedará para otra oportunidad. Finalmente el carril Norte de la avenida Rodríguez Peña también presenta avances importantes entre Bosch y Doctor Parodi, con muchas calles ya listas incluso el cordón cuneta, pero donde no hubo ningún movimiento sobre las bocacalles.
Volviendo a las promesas, la primera es apenas 1 cuadra o 125 metros de López y Planes entre León Zorrilla y Asunción, completando el pavimento de López y Planes desde 9 de Julio hasta la laguna Francia. En estos últimos 3 años los únicos trabajos en toda la chacra comprendida entre Sarmiento, Rissione, Laprida y Vélez Sársfield corresponden a una cuadra doble de Vélez Sársfield, más la licitación fallida y ahora vuelta a encarar de Sargento Cabral entre José Hernández y Vélez Sársfield.
La gestión del Barrio Santo Domingo es una obra originalmente de 6 cuadras consensuada con los vecinos en marzo de 2018, y en noviembre recortada a 250 metros o 2 cuadras vinculadas en forma de «L» al pavimento existente en avenida Lavalle. La primer cuadra es Raúl B. Díaz entre Lavalle y Gerardo Varela, y la segunda Gerardo Varela entre Raúl B. Díaz y Roberto Mora. Por su extensión y forma el impacto será mínimo, apenas para los vecinos de la cuadra y quizás para el barrio Santa Clara que tiene en la calle Raúl B. Díaz una de sus dos vías de comunicación al centro.
Para el final el plato fuerte, 4 cuadras o 500 metros dobles de la avenida Édison entre Urquiza y Cocomarola, empalmando con la obra que había llevado el pavimento de la Édison desde Chaco hasta Urquiza, a mi entender la obra más importante de esta gestión. Todavía resta 1 kilómetro y medio para alcanzar el límite del ejido municipal en avenida España, completamente poblado a ambos lados y con intenso tránsito, pero estas 4 cuadras tendrán un impacto mayúsculo acercando infraestructura al cuadrado olvidado que representan las 400 hectáreas entre Castelli, Urquiza, Soberanía y España. De hecho será la primer obra en toda la zona a excepción de dos cuadras inexplicablemente aisladas en La Rubita. Y también una verdadera lástima que se hayan destinado recursos a cuadras intrascendentes en lugar de volcarlos en las 8 cuadras de Cocomarola entre Castelli y Édison, complemento ideal de esta sección. Ojalá signifique un cambio de rumbo que priorice avenidas troncales y calles de circulación del transporte público.
Para entender la importancia de la avenida Édison basta observar el Gran Resistencia en el mapa. El área metropolitana se nota con claridad alrededor de un eje Noroeste – Sudeste, vinculando Resistencia con sus puertos (Barranqueras y Puerto Vilelas) y Fontana, un antiguo caserío industrial de dos núcleos que creció cercana a las estaciones de ferrocarril anteriores a Resistencia, una de las cuales corresponde al levantado Ferrocarril Santa Fe. De hecho si seguimos esta línea nos encontramos con Puerto Tirol, otro viejo caserío industrial sobre el ferrocarril, que es la localidad más cercana a integrarse con nuestra área metropolitana.
Una sola avenida comunica todas las áreas, la dupla Alvear-Castelli, que a lo largo de 14 kilómetros vincula los 4 componentes del Gran Resistencia. El otro eje importante son las avenidas 25 de Mayo y 9 de Julio, de idéntica longitud pero cortada por la plaza 25 de Mayo y con el inconveniente de ingresar de lleno al conflictivo centro resistenciano. Hacia el Norte resulta muy difícil la integración de un camino completo, ya que se encuentra asediado por lagunas. Estas lagunas son vestigios de cauces abandonados del río Negro, los cuales aumentan a medida que nos acercamos al río y su desembocadura; hay proyectos dando vueltas de pavimentar el viejo terraplén del Ferrocarril Santa Fe y de abrir Lavalle hasta la RN11, pero por ahora son apenas ideas. Al Sur el único accidente geográfico de importancia era el riacho Arazá, rellenado en casi todo su recorrido por Resistencia, lo cual colaboró en el avance urbano mucho más nítido sobre la zona Sur respecto a la zona Norte. Luego de Alvear-Castelli viene la Marconi-Édison, y finalmente el tándem avenida Malvinas Argentinas – Soberanía Nacional, que es el otro gran eje pavimentado con 12 kilómetros, sin embargo la Malvinas no llega a Fontana porque el predio del Aeropuerto la interrumpe.
Entonces tenemos que la zona Sur -mucho más poblada que la Norte- tiene un solo eje completo y uno que no puede prolongarse, mientras que la Marconi-Édison tiene un total hoy de 6 kilómetros pavimentados sobre 16 posibles que unirían Fontana casi desde su límite con Tirol hasta Puerto Vilelas. Circula el transporte público, come toneladas de ripio todos los años para sostenerla con el peligro que representa para motociclistas el ripio recién colocado… no se me ocurre otra avenida que amerite más el esfuerzo de pavimentarla que el eje Édison – Marconi.